Lesiones en las manos por tejer: lo que nadie te dice y necesitas saber
- Ximena Tuccio
- 28 may
- 3 Min. de lectura
Hace unos días tuve que hacer una pausa. No porque quisiera, sino porque mi mano ya no podía más. Y quise contarlo, porque aunque se habla mucho de puntos, patrones y ganchos... casi nadie habla de esto:
Las lesiones en las manos por tejer también existen. Y duelen. Mucho.
En mi caso, fue una mezcla de cosas: mucho tejido, cargar cosas pesadas, un jalón mal dado... y de repente, cada vez que movía el pulgar, el dolor era tan fuerte que tuve que dejar el gancho.
Y eso, para quienes vivimos tejiendo, no es poca cosa.

Cuando tejer se convierte en un reto para el cuerpo
A veces, cuando te apasiona algo como el crochet, ignoras las señales. Te convences de que "es normal que duela un poco", que "se me pasará más tarde". Pero cuando ya no puedes ni agarrar el gancho sin hacer una mueca, es hora de escuchar.
Yo lo viví justo a la mitad de un diseño de Stitch que me tenía emocionadísima, mientras planeaba otro proyecto nuevo. Y tener que frenar todo eso por una lesión... fue frustrante. Como si también se pausara una parte de mí.

Pero también fue un momento de claridad.
Y entendí algo más: como tejedoras, también debemos cuidar nuestras manos en todos los aspectos de nuestra vida. A veces cargar una caja pesada, lavar ropa o mover muebles nos deja con una inflamación que después nos impide disfrutar nuestro momento de crochet. No es solo cómo tejemos, sino cómo vivimos entre punto y punto.
Señales de que algo no está bien
A veces el cuerpo habla bajito, pero insiste. Estas son algunas de las señales más comunes que muchas tejedoras (me incluyo) tendemos a ignorar:
Dolor en pulgares, muñecas o dedos
Adormecimiento o cosquilleo
Sensación de rigidez o dificultad para cerrar el puño
Inflamación o sensibilidad al tacto
Chasquidos o sensación de "algo que se sale" al mover los dedos
Si sientes alguna de estas cosas con frecuencia al tejer, vale la pena escucharte. No esperes a que empeore.

Tejer también es saber parar
Entendí que tejer no es solo avanzar puntos. Es también aprender a detenerse a tiempo. A cuidarnos. A no forzar nuestras manos cuando están diciendo "basta por hoy".
Nuestras manos son nuestras herramientas más valiosas, y a veces las damos por sentadas hasta que nos fallan. Pero si no las cuidamos nosotras, ¿quién lo hará?
Hacer pausas, estirarte, ponerte hielo, usar férulas si hace falta... todo eso también es parte del proceso de crear. Y no, no te hace menos tejedora.
Pequeños gestos que ayudan mucho
Estas son algunas cosas que me han ayudado (y que ojalá también te sirvan):
1. Estiramientos antes y después de tejer: como si fuera ejercicio (porque lo es para tus manos). Solo 3-5 minutos pueden hacer una gran diferencia.
2. Cambiar de posición cada tanto: a veces tejer en la cama o en el sillón parece cómodo, pero si tus muñecas están en una postura tensa, eso se acumula.
3. Usar soportes o almohadillas: si te duelen los codos o antebrazos, algo tan simple como un cojincito puede hacer el momento más amable para tu cuerpo.
4. Elegir bien tus herramientas: un gancho ergonómico o más grueso, dependiendo del tipo de hilaza, puede reducir mucho el esfuerzo.
5. Ser compasiva contigo: esto es lo más importante. No se trata de tejer más, sino de poder seguir tejiendo a largo plazo sin dolor.

Si te ha pasado...
Si tú también has tenido que parar por dolor en las manos al tejer, quiero que sepas que no estás sola. Nos pasa a muchas, solo que casi nadie lo dice.
Cuidarnos no es rendirse. Es darnos el permiso de sanar para volver a tejer con gusto, sin dolor y con toda la pasión que nos mueve desde el primer punto.
Tejer con amor también es esto.
Cuéntame en los comentarios:
¿Alguna vez has tenido que hacer una pausa por una lesión? ¿Tienes algún tip para cuidar tus manos que te haya funcionado? Me encantaría leerte y seguir aprendiendo juntxs.
Siiii y siempre digo, no pasa nada es por el momento y mira que después da miedo